TAROT DE MARIA PADILLA
   
 
  Historia del tarot
 

Tarot (adivinación) Para otros usos de este término, véase Tarot. Tarot de Visconti Sforza. El tarot es una baraja de naipes a menudo utilizada como medio de consulta e interpretación de hechos (presentes, pasados o futuros), sueños,1 percepciones y/o estados emocionales constituyendo, además, un tipo de cartomancia. Sus orígenes datan al menos del siglo XIV. La técnica se basa en la selección de cartas de una baraja especial, que luego son interpretadas por un lector, de acuerdo al orden o disposición en que han sido seleccionadas y/o repartidas. Contenido 1 Cartas del tarot 2 Orígenes del Tarot 3 Uso adivinatorio de las cartas de tarot 4 En la actualidad 5 Tipos de Lectura de Tarot 5.1 Lectura 5.2 Psicología 5.3 El tarot como un instrumento mnemotécnico 6 Elementos de un Tarot genérico Cartas del tarot La baraja de tarot está compuesta por 78 cartas, divididas en arcanos mayores y menores. La palabra «arcano» proviene del latín arcanum, que significa misterio o secreto. Las cartas de los arcanos mayores, 22 en total, son: El Mago La Sacerdotisa La Emperatriz El Emperador El Sumo Sacerdote El Enamorado (también conocida como "Los Enamorados") El Carro La Justicia El Ermitaño La Rueda de la Fortuna La Fuerza El Colgado La Muerte La Templanza El Diablo La Casa de Dios (La Torre) La Estrella La Luna El Sol El Juicio El Mundo El Loco Esta última es la única carta, dependiendo el tipo de naipe o su edición, puede no estar numerada o bien corresponderle el número cero. También se refieren a los 22 Arcanos Mayores como triunfos (atouts en francés, atutti en italiano) lo que significa "por encima de todo". Los arcanos menores son un conjunto de 56 cartas divididas en 4 palos de 14 cartas: espadas, copas, bastos y oros, como en la baraja española, pero con una ligera variación: cartas numeradas del uno al diez, más los personajes de la corte: "sota", "reina", "rey" y "caballero"; los que se cree que eran los cuatro niveles sociales durante los tiempos medievales [cita requerida]: nobleza simbolizados por las espadas; campesinos por los bastos; el clero por las copas; y los comerciantes por los oros. El diseño de los naipes es variado, aunque existen diseños clásicos como el del Tarot de Marsella (final del siglo XVII) que ha servido como guía en la elaboración de las figuras y su simbología. Una baraja muy popular y actualmente la más reconocida es el Rider-Waite-Smith Tarot, (o Rider-Waite o simplemente Rider) ideado en 1910 por Arthur Edward Waite y realizado por su discípula Pamela Colman Smith, impresa por la Rider Company. Otra baraja común es el Book of Thoth Tarot ideado entre el 1938 y el 1942 por el mago inglés Aleister Crowley y realizado por su discípula Frieda Harris; esta baraja fue junta en 1944, en blanco y negro, con El Libro de Thoth que explica la simbología y uso; pero fue editado con sus colores originales solamente en 1977, en Nueva York, por US Games Systems y Samuel Weiser. Orígenes del Tarot Las primeras referencias al Tarot aparecen en el Siglo XV en Italia. La baraja más antigua es el Tarot de Filippo María Visconti (1412-1447), hoy día en la Yale University Library, Estados Unidos de América cita requerida]. El historiador italiano Giordano Berti supone que el duque de Milán fue el inventor del Tarot. En efecto, algunas imágenes del Tarot de Filippo María Visconti son iguales a las de otra baraja diseñada por el duque en 1415: el Juego los XVI Héroes. En estudios realizados por ocultistas de los Siglos XVIII y XIX, como Antoine Court de Gebelin, Eliphas Levi y el Doctor Gérard Encausse (Papus) se intenta demostrar la conexión existente entre el tarot y la cábala, así como con el simbolismo egipcio. Según plantean los investigadores actuales Daniel Rodes y Encarna Sánchez, el origen del Tarot habría que buscarlo entre los cátaros medievales y la cultura occitana cuya filosofía encaja perfectamente en la idea básica del juego de Tarot (referencias: libro La Herencia de los cataros y María Magdalena. Ed. Palmyra; libro La Diosa en los evangelios, Margaret Starbird) Así, la presencia de una Papisa, la importancia de los personajes femeninos y claras referencias a un cristianismo distinto de la ortodoxia romana harían pensar en un uso original del Tarot como una transmisión de un conocimiento filosófico, si bien con el paso del tiempo pasarían a ser usadas como un sistema adivinatorio. Pero la Papisa fue, en realidad, un símbolo de la Fe cristiana, como demuestran numerosas obras de arte de la Edad Media. Otros autores afirman que los gitanos, en su deambular por los países europeos, promovieron el Tarot como un sistema adivinatorio. Hay, de hecho, quien sostiene que el Tarot logró sobrevivir a la Inquisición, ya que los gitanos no resultaban unos objetivos prioritarios de la jurisdicción inquisitorial, por los que ellos, sus conocidas prácticas esotéricas y sus efectos personales consiguieron zafarse de la persecución y la hoguera y llegar hasta nuestros días. Pero es cierto que los gitanos llegaron a Europa cuando el Tarot era ya conocido. Por otra parte el juego de Tarot se juega en Italia desde el Siglo XV, y en el siglo siguiente se propagó en muchas regiones de Europa: en primer lugar Francia, después Suiza, Bélgica, Alemania y Austria. La adivinación con el Tarot aparece con seguridad en Italia y Francia en el Siglo XVIII [cita requerida]. Uso adivinatorio de las cartas de tarot Recién a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX las cartas del tarot fueron asociadas con el misticismo y la magia. La tradición comenzó en 1781, cuando Antoine Court de Gébelin, un clérigo suizo y francmasón, publicó "Le Monde Primitif", un estudio especulativo sobre el simbolismo religioso antiguo y sus remanentes en el mundo moderno. De Gébelin argumentaba que el simbolismo del Tarot de Marsella representaba los misterios de Isis y Thoth. Gébelin más tarde afirmó que el nombre "tarot" venía de las palabras egipcias "tar", que significa "real" y "ro", que significa "camino", y que el tarot por lo tanto representaba un "camino real" a la sabiduría. Gébelin arguyó estos y similares puntos de vista en forma dogmática; no presentó evidencias para sostener sus argumentos. Además, Gébelin escribió antes de que Champollion hubiera descifrado los jeroglíficos egipcios. Los modernos egiptólogos nada encontraron en el lenguaje egipcio que sustentara las fantasiosas etimologías de Gébelin, pero estos descubrimientos llegaron demasiado tarde. Cuando se dispuso de los auténticos textos egipcios, ya estaba firmemente establecida la identificación de las cartas del tarot con el "Libro de Thoth" egipcio en la práctica ocultista. Aunque las cartas del tarot se usaban para predecir la fortuna en Bolonia, en el siglo XVIII, fueron publicadas originalmente como un método de adivinación por Jean-Baptiste Alliette, también llamado "Etteilla", un ocultista francés que revirtió las letras de su nombre y trabajó como adivino poco antes de la revolución Francesa. Etteilla diseñó el primer mazo de tarot esotérico, añadiendo atribuciones astrológicas y motivos "egipcios" a varias cartas, alterando muchos de los diseños marselleses, y añadiendo significados adivinatorios en el texto de las cartas. Los mazos de Etteilla, aunque ahora eclipsados por los ilustrados de Smith y Waite y el mazo "Thoth" de Aleister Crowley, aún se encuentra disponible. Más tarde, mademoiselle Marie-Anne Le Normand popularizó la adivinación y la profecía durante el reinado de Napoleón I. Esto se debió en parte a la influencia que tuvo sobre Joséphine de Beauharnais, la primera esposa de Napoleón. Sin embargo ésta no usaba el tarot habitualmente. El interés en el tarot para la adivinación a cargo de otros ocultistas llegó después, durante el auge de los Herméticos, de la década de 1840, en la cual (entre otros) estuvo involucrado Víctor Hugo. La idea de las cartas como clave mística fue desarrollada posteriormente por Eliphas Lévi y pasó al mundo de habla inglesa por la Orden Hermética del Alba Dorada. Lévi, y no Etteilla, es considerado por algunos el verdadero fundador de las escuelas más contemporáneas de Tarot; su "Dogme et Ritual de la Haute Magie" de 1854 introdujo una interpretación de las cartas que las relacionaba con la Cábala. Mientras Lévi aceptó las afirmaciones de Court de Gébelin sobre un origen egipcio de los símbolos de las cartas, rechazó las innovaciones de Eteilla y su mazo alterado y arregló en su lugar un sistema que relacionaba al tarot, especialmente al tarot de Marsella con la cábala y con los cuatro elementos de la alquimia. Por otro lado, algunos significados adivinatorios de Etteilla todavía son usados por algunos lectores de tarot[cita requerida]. En la actualidad El tarot sigue constituyendo un medio de adivinación usado extensivamente en el mundo occidental, normalmente bajo la forma de consultas personales, telefónicas y por internet donde el tarot se sincretiza con otras creencias y tradiciones como la astrología o la numerología. Sólo en España el esoterismo mueve cientos de millones de euros al año[cita requerida], siendo el tarot el elemento más visible y comercial. Tipos de Lectura de Tarot Lectura La lectura del tarot se enmarca en la creencia de que las cartas pueden ser usadas para comprender situaciones actuales y futuras del consultante. Algunos creen que las cartas son guiadas por una fuerza espiritual como guía, mientras otros creen que las cartas los ayudan en introducirse a un inconsciente colectivo. Uno de los métodos más utilizados son las tiradas; entre las más populares se encuentra la tirada en forma de la Cruz Celta. Es conveniente destacar el carácter netamente subjetivo que tiene consultar cualquier situación mediante la tirada de cartas de tarot, dado que esta consulta variará entre un tarotista y otro, lo que hace imposible hacer una descripción científica del sistema utilizado, y que ha llevado a pensar a algunas personas que el tarot es completamente ineficaz. Objetivamente, consiste en voltear un número de cartas que previamente han sido barajadas al azar y repartidas en un cierto orden boca abajo, y darle una interpretación (valor o significado) a cada carta de acuerdo a la posición relativa en la que esté en la mesa y en relación con las cartas adyacentes, por tanto las cartas en sí mismas no pueden "decir" algo respecto de un sujeto en particular, ya que es el tarotista quien las interpreta. La complejidad de establecer el significado de una carta en relación con las otras hace que su interpretación sea siempre distinta entre una tirada y otra, convirtiéndola en un verdadero arte. Así mismo esta complejidad interpretativa hace, en muchos casos, que sea imposible para algunos tarotistas aficionados o amateurs poder "predecir" hechos futuros o dar respuestas coherentes a un consultante. El estudio de las posiciones relativas de las cartas ha permitido el desarrollo de softwares y/o aplicaciones para Facebook o celulares, con carácter netamente de entretención. [editar]Psicología Carl Jung fue el primer psicólogo en asignar importancia al simbolismo del Tarot (referencia: libro "Jung y el Tarot", autor Sallie Nichols, Ed. Kairos). Cabe destacar que el psiquiatra suizo, aún manteniendo una perspectiva científica al respecto y centrándose en el uso del Tarot como medio simbólico-arquetípico de acceso a la psique, no desestimaba totalmente, empero, la posibilidad del uso del Tarot con fines adivinatorios. En efecto, en virtud del "principio de sincronicidad" por él postulado, la psique humana sería capaz de intuir el presente, el pasado y el futuro del "continuum" espacio-temporal en el momento de la tirada de cartas; dicho de otro modo, en el momento de la echada de cartas, las imágenes simbólico-arquetípicas resultantes de la tirada mantendrían una relación sincronizada con acontecimientos pasados, presentes y futuros (ver sincronicidad). Sin embargo, Jung veía las cartas del Tarot -y en ello centró su labor al respecto- principalmente como representantes simbólico-arquetípicos (ver arquetipos) de tipos fundamentales de personas o situaciones incrustadas en el subconsciente de todos los seres humanos. La carta del Emperador, por ejemplo, representaría la figura del patriarca o del padre, la autoridad en el plano temporal en general; mientras que la carta del Papa representaría la autoridad en el plano espiritual, la sabiduría teológica, etc. La teoría de los arquetipos da lugar a varios usos psicológicos. Ya que las cartas representan varios tipos de personas, se puede tener acceso a las ideas de la percepción de sí mismo del sujeto, al pedirle por ejemplo, que seleccione una carta con la que él "se identifique"[cita requerida]. Igualmente, el sujeto puede tratar de clarificar su situación al imaginarla en términos de ideas arquetípicas asociadas con cada carta. Por ejemplo alguien precipitándose ávidamente como el Caballero de Espadas. Más recientemente el doctor Timothy Leary ha sugerido que las cartas del tarot son una representación pictórica del desarrollo humano desde el bebé al adulto maduro. Así, el Tonto, representaría al bebé recién nacido, el mago simbolizaría la etapa en que el niño juega[cita requerida]. [editar]El tarot como un instrumento mnemotécnico Algunas escuelas del pensamiento oculto y del estudio de los símbolos como la Orden Hermética del Alba Dorada, consideran el tarot como un libro de texto y un artilugio mnemotécnico para sus enseñanzas[cita requerida]. Esta puede ser la causa de que la palabra arcanos (o arcana) sea usada para describir dos secciones del mazo del tarot: arcana es la forma plural de la palabra latina arcanum, que significa "cerrado" o "escondido".
 
 
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